Carlos
J Perdices Cuesta
La
tarea que propongo es la siguiente para llevar a cabo al aula el primer día de
clase de un nivel A1. El objetivo
principal de la técnica es fomentar la expresión oral de los alumnos en su
primer contacto con el español. Para ello, se buscará que los alumnos sean
conscientes de sus conocimientos previos en español y hagan uso de ellos de
forma lúdica. Es objetivo también de esta técnica que los alumnos sean capaces
de relacionarse con sus compañeros de clase empleando la nueva lengua que han
empezado o están empezando a aprender y que practiquen estrategias de
comunicación desde el primer día de clase.
Procedimiento:
1.
Preséntate a tus alumnos diciendo Hola, me llamo… y escribe tu nombre en la
pizarra. A continuación, con mímica, invita a que, ordenadamente, todos los
alumnos se presenten repitiendo la misma frase y escribiendo después su nombre
en la pizarra.
Posiblemente
los dos primeros alumnos tendrán dificultades para decir Hola, me llamo…, pero
al final de este paso, casi con toda seguridad, todos los alumnos podrán decir
bien esa primera frase de presentación.
2.
Repite tu nombre y di el nombre de la primera letra del mismo para,
seguidamente, escribir una palabra que empiece por esa letra. Si, por ejemplo,
tu nombre empieza por eme, piensa en alguna palabra cuyo referente sea fácil de
transmitir, como mamá o incluso una palabra que remita a un objeto de clase,
por ejemplo, mesa. Explica a tus alumnos - si es necesario, ayúdate de la
mímica (haciendo el gesto de escribir en la pizarra, por ejemplo) y recurre al
ejemplo de tu nombre- que deben escribir al menos una palabra que empiece por
la misma letra que la primera letra de sus nombres.
Mientras
los alumnos han ido diciendo y escribiendo sus nombres en el paso 1 el profesor
puede ir pensando palabras sencillas que empiecen por las primeras letras del nombre
de sus estudiantes para poder ayudarlos en este paso.
Déjales
un minuto para pensar (explica el concepto con mímica o dibujando un bocadillo
de pensamiento) y después pídeles que uno por uno salga a la pizarra para
escribir la palabra junto a su nombre.
Asegúrate
de que tus alumnos han comprendido el significado de todas las palabras que se
han ido diciendo; permite que las escriban y, si lo necesitan, permite que las
repitan en voz alta un par de veces.
3.
Haz una ronda de repaso de los nombres de todos los alumnos. Pregúntale tú a un
alumno que esté en un extremo: Perdona, ¿cómo te llamas? Como todavía no se ha
visto esta pregunta, quizá se sienta un poco desconcertado así que ayúdale a
recordar la respuesta Me llamo… Cuando haya contestado anímale a preguntarle lo
mismo al compañero que tenga al lado y así hasta que todos hayan dicho su
nombre.
Probablemente,
a los primeros les cueste recordar la pregunta; por ello, si ves que un alumno
se bloquea, intenta mediante gestos que toda la clase, tú incluido, repita la
pregunta al unísono para ayudarlo. Intenta que después repita de forma
individual.
4.
Agrupa a tus alumnos de tres en tres o de cuatro en cuatro. Si tienes un grupo
muy reducido, lo mejor serán parejas. Dado que es el primer día de clase, lo
más simple será que los grupos se formen tal y como están sentados, con las
personas más próximas a ellos. Explica, ayudándote de gestos y mímica, que
deben pensar y escribir nuevas palabras que empiecen por la primera letra de
todos los nombres de los alumnos de la clase. Repasa las letras para que de ese
modo los alumnos vayan familiarizándose con el alfabeto. Puedes proponer la
dinámica de dos maneras, a saber, que el primer grupo que complete la lista
gana, o darles un tiempo determinado, por ejemplo cinco minutos, y el que haya
conseguido más palabras es el ganador.
Por
lo tanto, si hay diez alumnos en el aula tendrán que escribir diez palabras que
conozcan en español. Por ejemplo, si los alumnos se llaman: James, Dominique,
Patrick, Alice, Malaika, Bob, Claire, Sophie, Phil y Otto, su lista de palabras
podría ser: jamón, dos, pan, amigo, mano, buenos días, cerveza, sol, patata y
ocho.
Si
es necesario, haz otro repaso de los nombres para que los recuerden durante la
actividad y que además les servirá para volver a practicar Perdona, ¿cómo te
llamas? Me llamo…
5.
Detén el juego cuando uno de los grupos consiga completar la lista, es decir,
cuando haya conseguido escribir tantas
palabras como iniciales de los nombres de los alumnos, o cuando se haya cumplido
el tiempo, según la propuesta que hayas decidido emplear, y haz una puesta en
común en la pizarra. Para ello, pide a un alumno del equipo ganador que salga a
la pizarra a escribir las palabras que han preparado. Valora los resultados de
tus alumnos, corrige la ortografía, si es necesario y, con ayuda de ese alumno
o de otro miembro del grupo, aclara los significados que no estén claros. Anima
a los estudiantes a que sean ellos mismos los que expliquen el significado a
través de mímica, dibujos, representaciones o cualquier otra forma que se les
ocurra (preferentemente que no sea la traducción a su lengua materna) pues de
ese modo estarán empleando estrategias de comunicación desde el primer día.
A
continuación, permite que los otros grupos salgan a la pizarra a escribir sus
palabras. De nuevo, valora los resultados de tus alumnos con las fórmulas al
uso (muy bien, genial, estupendo, etc.).
Intenta
que tus alumnos escriban las palabras de forma ordenada en la pizarra para que
sea más fácil de seguir para todos los alumnos y deja tiempo para que tus
estudiantes puedan ir anotando en sus cuadernos las palabras que han ido
apareciendo.
6.
Sistematiza en la pizarra las estrategias que han empleado los alumnos en el
paso anterior para transmitir el significado: mímica, representaciones, dibujos
o cualquier otra estrategia que hayan empleado. Después, repite tu nombre y
emplea una de esas estrategias para comunicar la palabra que escribiste con la
inicial de tu nombre. Recurre a la mímica para explicar el concepto de
adivinar. Si, por ejemplo, tu nombre empieza por eme, señala una de las mesas
de la clase o dibuja una mesa en la pizarra para que adivinen que la palabra en
que has pensado es mesa. Señálales en la sistematización de la pizarra cuál es
la estrategia que has empleado. Repite esta dinámica con otra palabra y otra
estrategia y vuelve a mostrarles, cuando hayan adivinado la palabra, cuál es la
estrategia que has utilizado.
Explícales
que ahora es su turno: deberán elegir una palabra que empiece por la misma
letra de su nombre y comunicársela a los demás empleando alguna de esas
estrategias. De esta forma, repasarán el léxico, los nombres de sus compañeros
y las diferentes estrategias que han aprendido.
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