Esta tarea es la segunda de las seis
tareas intermedias que componen mi propuesta de intervención educativa
realizada como trabajo para la asignatura Enseñanza
del español como lengua de aprendizaje para alumnado inmigrante.
En
dicha propuesta la tarea final consiste en la realización por parte de los
alumnos de manera individual de un cuadernillo que se propuso al inicio de la
actividad. El contenido del mismo debió quedar más o menos fijado por acuerdo
común en la primera tarea introductoria, y se considerará como contenido
mínimo, teniendo la opción cada estudiante de añadir cuantas aportaciones,
reflexiones, dibujos, ejercicios etc., considere necesarios. Será interesante
que incluyan también anotaciones en el idioma materno que deberán traducir al
castellano, con la libertad de mostrarlas y leerlas al resto de la clase si
ellos mismos están de acuerdo y quieren.
A modo de muy breve
resumen, indico que el cuadernillo contendrá reflejadas una serie de tablas de
unidades de las principales magnitudes físicas empleadas, como puedan ser la
masa, longitud, área, o volumen, entre otras, indicando escalas, cambios de
unidades, relaciones entre ellas, etc.
Como objetivos generales
planteo la consecución de una participación activa por parte de los alumnos, la
aceptación también por parte de estos respecto de la realización e importancia
de este tipo de actividades, y la apreciación de mejoras significativas tanto
en el uso y empleo de la lengua vehicular utilizada como de los conceptos
físicos y matemáticos que se tratan en la actividad.
A continuación incluyo esa
segunda tarea intermedia que debe servir a los alumnos en su proceso de
preparación del cuadernillo final.
TAREA
2:
Tarea de comprensión
lectora basada en la lectura de algún texto científico – técnico relacionado
con las unidades de medida y adaptado al nivel del aula. Se trata de activar
los conocimientos previos de los alumnos y empezar a introducir parte del
léxico relacionado con la actividad. Se hablará de longitudes, áreas,
volúmenes, pesos, tiempo…
Paso
1
Se presenta la actividad
que se va a realizar. Qué es lo que se va a hacer y qué se pretende con ello.
Paso
2
En primer lugar se
efectuará una lectura en voz alta del texto por parte del profesor.
Se incluye un ejemplo que
se podría utilizar:
Frecuentemente,
utilizamos expresiones como “la cisterna de agua gasta 6 litros (l) cada vez
que la utilizamos – ayer corrí 8 kilómetros (Km) – mi madre ha comprado 5 kilos
(kg) de naranjas – me lavo los dientes en 3 minutos -...”. Todas estas
cantidades son medidas.
La longitud,
la capacidad, la masa, el tiempo, etc., son ejemplos de propiedades que se
pueden medir. Otras propiedades como el ánimo, el color, o la belleza, no son
medibles. Por ello decimos que la longitud, la masa, o el tiempo, son ejemplos
de magnitudes (característica capaz de ser medida).
Una medida
es el resultado de comparar el objeto que queremos medir con una cantidad
considerada como unidad. Así, cuando decimos que la longitud de la mesa es de 3
palmos y medio, estamos comparando la longitud de la mesa con la de nuestro
palmo.
En el
transcurso de la historia de la humanidad, el ser humano ha utilizado
diferentes unidades para medir. Inicialmente se empleaban unidades de longitud
que hacían referencia al cuerpo humano como la mano, el pie o el codo. Las
unidades de medida que hacen referencia al cuerpo humano no son adecuadas
porque varían de una persona a otra. Por ello, el ser humano se planteó la
necesidad de buscar unidades que fueran invariables. Así surgieron las unidades
patrón.
Pero aún
así, éstas tomaban valores diferentes según la zona. Para evitar confusiones y
unificar criterios, los científicos del siglo XVIII se reunieron con el
objetivo de establecer un sistema de unidades de carácter universal. De este
modo nació el Sistema Métrico Decimal, llamado así porque cada unidad que se
utiliza es 10 veces más grande que la inmediata inferior y 10 veces más pequeña
que la inmediata superior.
Las unidades
de longitud sirven para “medir distancias en línea recta desde un punto hasta
otro”. Los instrumentos que nos permiten medir cantidades de longitud son, por
ejemplo: el metro de costurera, regla graduada, escuadra/cartabón graduados,
flexómetro, cinta métrica, pie de rey, odómetro (rueda de medir), cuenta
kilómetros del coche/bicicleta/..., podómetro, etc.
Las unidades
de capacidad sirven para “medir la cantidad de líquido o gas que cabe o hay en
un determinado recipiente”. Los instrumentos que nos permiten medir cantidades
de capacidad son, por ejemplo: una jeringuilla, un vaso, cubo, probeta, pipeta,
cazo lechero, matraz aforado, botella, lata, contador gasolineras, pluviómetro,
etc.
Las unidades
de masa sirven para “medir el peso de las cosas”. Los instrumentos que nos
permiten medir cantidades de masa son, por ejemplo: balanza de pesas, básculas,
pesacartas, peso de comida, balanza de precisión, etc.
Paso
3
A continuación serán los
alumnos los que lean nuevamente el texto y subrayen aquellas palabras o
símbolos que desconozcan.
Paso
4
Los alumnos, por parejas,
intentarán atribuir un significado a dichas palabras desconocidas teniendo en
cuenta el contexto en el que aparecen.
Paso
5
Se llevará a cabo una
puesta en común en el aula en la que se anotarán las palabras desconocidas en
la pizarra y se irán descubriendo los significados de las mismas entre todos.
Es importante que intenten ser los alumnos los que las expliquen, interviniendo
el profesor sólo para modificar o corregir los posibles errores. Los alumnos
deberán dejar registrado lo que se trabaje en su cuaderno de trabajo.
Paso
6
Por último, se hará una
ronda de preguntas sencillas acerca del contenido del texto y un repaso de los
principales términos que aparecen en el mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario