La realización de parte
de este trabajo me ha permitido entrar a las aulas de español y conocer a
alumnos increíbles, conocer sus sentimientos y amar un poco más la labor del
docente. Uno, como profesor o profesora, no es consciente de que su objeto de
trabajo es el factor humano, personas con vidas, sentimientos, pasiones,
gustos, miedos, temores, y que para poder desempeñar una labor satisfactoria es
necesario conocer uno a uno esos testimonios, por muy difícil y costosa que sea
la empresa. Si quieres saber cómo trabajar con ellos, debes saber cómo son
ellos y que esconden detrás de esas caras.
La primera tarea que
realicé tras la primera toma de contacto fue la redacción de cada uno de ellos,
con el fin de que me contaran en qué condiciones estaban aquí y cuáles habían
sido sus mayores dificultades y he de decir que el resultado para ellos fue muy
positivo porque se conocieron más, pero el resultado dentro de mí fue
asombroso, me di cuenta de además de trabajar con el factor humano en plenitud,
en el caso del aula de español se trabaja con personas en plena adolescencia
que están pasando y han pasado por unas vidas complejas y que tu ayuda puede
serles de gran utilidad. La diferencia quizás, que encontré con el resto de
compañeros de las clases ordinarias, es que estos alumnos saben que te
necesitan y se muestran en todo momento agradecidos.
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