“Los
textos orales en la clase de ELE", de Isabel Torremocha Cagigal.
ESTI GREGORIO RAMOS
En
las últimas décadas venimos siendo testigo de los cambios que se han ido
produciendo en el ámbito de la enseñanza-aprendizaje de lenguas como segundo
idioma. El enfoque comunicativo por tareas, es el gran protagonista, ya que
goza de una gran acogida como método pedagógico. Tales cambios se explican por la
creciente demanda en el sector educativo de un método más comunicativo, así
como para satisfacer la tarea social comunicativa que es propia de las lenguas
y que es inherente a las personas. Por otro lado, se podría que añadir que la
implicación activa de todos los agentes involucrados en el proceso de
enseñanza-aprendizaje ha hecho que se pueda consolidar.
Tradicionalmente,
al enseñar una lengua como segundo idioma, se le concedía una mínima
importancia a la dimensión oral, siendo la gramática la reina de las aulas,
puesto que todo giraba en torno a ella. Afortunadamente, gracias al enfoque
comunicativo por tareas, la práctica oral ha adquirido tanta importancia como
la dimensión escrita de la lengua, siendo fundamental la interrelación de
ambas. Un aspecto fundamental en este contexto tiene que ver con la
autenticidad de los textos que se trabajan en clase. Dado que la lengua es un
instrumento que nos ha de servir para comunicarnos con otras personas en
diversas situaciones de la vida, es importante que los textos lleven la
realidad al aula. En otras palabras, es esencial que los textos sean ejemplos
de situaciones reales, a través de los que los aprendices de una determinada
lengua puedan aprender el conocimiento y las estrategias necesarias para
desenvolverse en diversas situaciones que pueden suceder a lo largo de su vida.
Para llevar a cabo este artículo, se
han analizado muestras de textos, presentados como textos orales de diálogos y
conversaciones. Sorprendentemente, la gran mayoría consiguen reflejar
naturalidad y realismo, sin embargo, en casi todos se ha encontrado un problema
de tipología textual. A este respecto se debe mencionar que es esencial saber
distinguir los textos orales de los escritos, ya que a partir de ellos se
pondrá en práctica una determinada destreza, y no otra. La mayoría de las
muestras orales en dichos libros se trabajan junto con la lectura simultánea de
la transcripción, por lo que no son textos realmente orales y por tanto, no se
trabaja plenamente la comprensión oral.
Por
otro lado, las actividades planteadas para trabajar los textos orales
conversacionales carecen de comprensión audiovisual, la cual forma parte de
cualquier acto comunicativo en la vida real y a través de la que se obtiene
mucha información. Además de la información adicional que aporta el elemento
audiovisual, es importante aprender los gestos y las formas de cortesía de cada
lengua ya que difieren de unas a otras y es clave a la hora de comunicarse.
Otro defecto que se le puede atribuir a la manera en que estos libros presentan
las actividades relacionadas con los textos orales conversacionales, es la
excesiva dirección en la interacción oral. La motivación, que es clave en el
aprendizaje de idiomas, puede promoverse de diversas maneras. A fin de que los
aprendices de la lengua se sientan motivados en el proceso de aprendizaje, las
actividades deben ser planteadas ofreciendo espacio para que ellos decidan
libremente como llevarlas a cabo. Las actividades muy dirigidas, así como las
que no cumplen ninguna tarea social, son altamente desmotivadoras, y por tanto,
desaconsejables. De la misma manera, el elemento intriga debe estar presente en
las actividades de interacción, ya que cuando los aprendices tienen que
resolver una incógnita se sienten motivados.
Por
último, pero no menos importante, se menciona el rol que debe cumplir el
profesor en este nuevo panorama que ha establecido el enfoque comunicativo por
tareas. Para adquirir destrezas comunicativas los aprendices deben sentirse cómodos
a la hora de hablar, deben tener confianza y sentirse capaces de poder
comunicarse, puesto que si se sienten cohibidos no querrán participar y por
tanto, no desarrollarán sus habilidades comunicativas. Es por esta razón, que
la corrección formal debe dejarse a un lado para darle más importancia al
contenido y a la comunicación en sí. En dichas situaciones el profesor debe
limitarse a observar y ayudar a sus alumnos a que utilicen estrategias
conversacionales adecuadas. En el enfoque comunicativo por tareas, el rol que
ocupa el profesor ha pasado a ocupar un segundo plano, ahora los estudiantes
son los protagonistas.
ESTI GREGORIO RAMOS
Ana Mª Estella Pozo
ResponderEliminarLo primero, decir que estoy de acuerdo con el artículo en general, y con la importancia de trabajar con textos orales de cara a la adquisición de un idioma para así poder hablarlo. También decir que me parece de suma importancia el hecho de que ella destaque la falta de comprensión audiovisual sobre estos textos, lo cual a pesar de que pueden ser textos auténticos, hace que se pierda parte de la información, ya que el lenguaje corporal es muy importante a la hora de hablar. Para ello mi aportación sería que estos textos orales o bien fueran interpretados delante de los alumnos para llegar a adquirir una mayor comprensión, o que se les mostrara un video, se les diera los diálogos que aparecen en ese video para que ellos pudieran comprender más fácilmente y mucho mejor la expresión oral en este caso en lengua española. Añadir además que por cuestión cultural, los españoles expresamos muchas cosas a través del lenguaje corporal y debemos conseguir transmitirle ese conocimiento a los alumnos ya que enriquecerá mucho más su discurso, y le dará ciertas habilidades que pueden servirle de ayuda a la hora de expresarse. Sería interesante por ejemplo mostrar un video sin sonido y que luego los alumnos le dieran un diálogo a esos personajes que aparecen, más tarde mostrarles el video con su sonido para que ellos compararan, vieran si algunas de sus ideas coincidían con el dialogo original etc. De esta manera, ponemos incógnitas como las que habla Esti en su comentario, ya que esto ayuda a la motivación y hace que la actividad sea más interesante.