domingo, 16 de marzo de 2014

Reflexión sobre la enseñanza de la gramática al alumnado inmigrante

Reseña y reflexión del artículo de Mario Gómez del Estal Villarino, "La enseñanza de la gramática en el aula de español como L2 para alumnado inmigrante".

ADRIANA PÉREZ

Los inmigrantes aprenden el español fuera de las aulas y lo hacen a pasos agigantados. Al fin y al cabo cuando llegan a nuestro país se ven obligados a  hablar el idioma a través de las experiencias con las que se van encontrando en el día a día. Por esto mismo Gómez del Estal nos hace reflexionar sobre la manera de impartir una clase de español para alumnado inmigrante a través de la reflexión de estas preguntas: ¿cómo debemos enseñarles dentro de las aulas?, ¿qué enseñarles si ellos aprenden solos fuera del centro?

Para empezar a dar respuesta a estas preguntas comienzo recordando este enunciado que seguro que hemos escuchado alguna vez: “un idioma se aprende hablando”. Esta frase es una realidad cuando observamos que las primeras situaciones comunicativas en las que se encuentran las personas que vienen de otros países  son de carácter oral. Pero nosotros como futuros profesores debemos plantearnos cómo aprenden o cómo adquieren esa  fluidez en tan poco tiempo. Cómo aprenden nuestros alumnos, qué hacen, dónde están, con quién o por qué son las cuestiones en las que nos debemos parar a pensar y  tras esta reflexión planteárselas a ellos para conocerlos mejor y el contexto en el que se mueven.


Nuestro principal objetivo como profesores de español, una vez que conocemos a nuestros alumnos, es basar nuestras clases en la vida cotidiana y recrear las situaciones con las que el alumnado se puede encontrar en el día a día. La ventaja del aula de español es que podemos parar el tiempo, reflexionar y analizar las situaciones desde el punto de vista de la lengua y el aprendizaje del español. De este modo, y hablamos de un modo práctico, los alumnos están aprendiendo gramática. 

En relación con la manera de analizar la lengua, el autor del artículo establece cuatro niveles: el nivel fonético-fonológico, nivel morfosintáctico, nivel semántico y nivel pragmático. Este último es en el que nos debemos centrar para presentar los contenidos  lingüísticos ya que los otros están subordinados a éste. Hablamos de que es este el nivel del que somos más conscientes (los alumnos aprenden español para practicarlo, y son conscientes de ello) y además una enseñanza de manera pragmática permite el propio desarrollo de la comunicación, puesto que los alumnos harán uso de la lengua por sí mismos. Ambos argumentos favorecen el aprendizaje del idioma.

En relación con la enseñanza de la gramática, existe un rechazo de una enseñanza basada solo en ésta. Lo que verdaderamente se apoya son las actividades comunicativas basadas en tareas que se realizan a través de dos procesos: En primer lugar hablaríamos de un proceso deductivo, donde primero se asimila la teoría y posteriormente la realización de la tarea; y por otro lado el proceso inductivo donde el alumno debe descubrir de manera autónoma la gramática.

Para llevar a cabo este tipo de enseñanza, los contenidos que se recogen en los manuales de gramática del español se fundamentan en el nivel pragmático del que venimos hablando y suponen ciertas ventajas. Por un lado, los alumnos son capaces de convertir lo que aprenden en capacidades de uso de la lengua, y por otro,  las programaciones son flexibles puesto que se adaptan a la organización de los cursos y además permiten atender a cursos con necesidades específicas de comunicación.

Además en la enseñanza de la gramática es relevante destacar que el profesor debe ser consciente de las tareas que exige a sus alumnos. Él es quien decide los contenidos que se van trabajan en clase y quien los ordena en función de las necesidades del aula. Por eso es importante tener presente el contexto comunicativo y la situación social, así como dos cuestiones fundamentales: analizar el nivel de lengua de nuestros estudiantes para conocer el grado de conocimiento, y conocer el nivel de escolarización.

Como conclusión y reflexión final diríamos en primer lugar que la lengua debe estar al servicio de la comunicación que, a su vez, debe relacionarse en el aula con situaciones de la vida cotidiana. En segundo lugar se debe promover el uso de la lengua de manera espontánea para llevar a cabo ese nivel pragmático. Por último, el profesor es el responsable de aumentar la conciencia de los alumnos sobre los mecanismos gramaticales y plasmárselos  de manera que supongan algo divertido para ellos.

Adriana Pérez

4 comentarios:

  1. Desde mi punto de vista, creo firmemente que has extraído las ideas principales del texto de manera muy clara y concisa. Te centras en el aspecto de la enseñanza del español desde un punto de vista pragmático. Es algo realmente positivo pues tratar de favorecer la comunicación de los alumnos inmigrantes le ayudará muy mucho a fortalecer sus relaciones de amistad con otros compañeros y así hacer que se sientan integrados dentro de la nueva sociedad en la que tienen que desenvolverse diariamente. Además, si la nueva lengua (en este caso el español) se les enseña incluyendo otros factores como los extralingüísticos (uso del lenguaje por ejemplo) podrán desarrollar sus habilidades de manera más eficaz para así conseguir un cierto dominio en la lengua y saber adaptarse a diferentes situaciones de la vida diaria. Otro aspecto a destacar es la conclusión, a parte de la comunicación, la gramática es necesaria y es en ese caso donde los profesores tienen que tratar de hacer dichas sesiones de la manera más atractiva posible para que asimilen los contenidos que tendrán que usar a lo largo de su etapa como estudiantes. (Alfredo)

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  2. Andrea Durán Solanas.

    Me ha resultado muy interesante este artículo de Gómez de Lestal y su planteamiento sobre cómo debemos enseñarle español en las aulas a los inmigrantes que llegan a nuestro país. Una de las cosas que primero me ha llamado la atención al leer esta reflexión es la frase: “un idioma se aprende hablando”. No podría estar más de acuerdo con esta afirmación, y aunque nos la han repetido mil veces cuando estudiábamos idiomas a lo largo de toda nuestra etapa educativa, lo cierto es que a mi parecer no se le ha dado la importancia que realmente tiene esta idea. Y creo que en la enseñanza del español como lengua extranjera, que es de lo nos habla Gómez de Lestal en este texto, ocurre exactamente lo mismo.
    Se sabe que los alumnos inmigrantes aprenden mucho más español fuera de las aulas, hablando con sus amigos, compañeros o vecinos de habla hispana, que lo que aprenden en los centros escolares, en los que nos centramos sobre todo en la teoría y dejamos “de lado” la práctica, cuando esta es la que realmente les va a ser de utilidad a nuestros alumnos en su vida diaria.
    Gómez de Lestal anima en este artículo a que en los colegios e institutos se fomente el uso de situaciones comunicativas reales, es decir, que una vez explicada una mínima teoría pasemos a la práctica, les planteemos a nuestros alumnos situaciones reales en las que fuera del centro educativo podrán hacer uso de todo lo aprendido en clase, sea gramática, léxico, morfología….
    La comunicación es la mejor “herramienta” con la que contamos hoy en día para hacer valer nuestros pensamientos y opiniones frente a los de los demás, respetando siempre los sentimientos ajenos. Por este motivo, considero básico y fundamental que nuestros alumnos inmigrantes sean capaces de conocer las estrategias básicas que les permitan usar el español de la mejor manera posible, puesto que esto fortalecerá su autoestima y les permitirá relacionarse con total normalidad con sus iguales en el día a día, tanto dentro como fuera del centro educativo.

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  3. LAURA PEREZ MARTÍNEZ

    Me ha interesado mucho el tema de este post. En primer lugar, tengo que agradecer la claridad con la que está redactado y presentado, especialmente por los enlaces que me han ayudado con las dudas que me han surgido en la lectura.
    Personalmente, creo, como muy bien apuntas, que un idioma se aprende hablando del mismo modo que aprendemos mejor haciendo que oyendo o viendo. Por eso me parece muy interesante apostar por una educación enfocada en tareas (https://www.google.es/search?q=educaci%C3%B3n+por+tareas&oq=educaci%C3%B3n+por+tareas&aqs=chrome..69i57j0.2831j0j7&sourceid=chrome&es_sm=93&ie=UTF-8) y a lo que creo haces referencia cuando mencionas “al proceso inductivo donde el alumno debe descubrir de manera autónoma la gramática”.
    Por otro lado, me parece muy importante destacar que el profesor debe ser consciente de las necesidades del aula, y como bien mencionas, también de las sociales. Solo así se puede enfocar la materia según las necesidades reales del alumno.
    En relación esto, y sobre todo con la pragmática, considero que hay que tener muy presente que un alumno de ELE tiene que entender la importancia que tiene hablar bien en según qué contextos y lo esencial que resulta la corrección escrita para un puesto de trabajo. Pero no solo para este tipo de alumnado, los nativos también se preguntan muchas veces el porqué de las cosas. Bajo mi punto de vista, dando respuesta a esta demanda se conseguiría en muchos casos atraer su atención de nuevo.
    También tengo que desatacar que es muy importante no perder de vista que el receptor de nuestros mensajes como profesores son los alumnos. Del mismo modo que la publicidad se adapta a su público objetivo, los maestros deben adecuarse a sus alumnos y programar actividades amenas y divertidas. El principal problema que le encuentro a esta cuestión es que es mucho más cómodo seguir un libro que pararse adaptar y a crear tareas y ejercicios “personalizados”. No obstante, especialmente en la red (http://recursostic.educacion.es/buenaspracticas20/web/es/practicas-innovadoras/difundiendo-buenas-practicas) sí que ve un cambio y un giro a esta forma de entender la educación que va más allá de ELE.
    Para finalizar y como nota de humor, navegando por internet he encontrado este vídeo (https://www.youtube.com/watch?v=tprL9NEYlCc) muy divertido que puede venir bien para ilustrar la importancia de la pragmática en una clase de ELE. Además, pese a que en las clases de Lengua Castellana y Literatura este concepto no se desarrolla todo lo que debería, sí que se hace imprescindible para una persona no nativa entender el porqué de las cosas. También, en la red, está esta tesis doctoral que incluye una unidad didáctica sobre el tema que nos puede servir como fuente de inspiración para el futuro.

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  4. Tras leer el artículo de Mario Gómez del Estal y tu reflexión sobre éste, considero importante resaltar el factor de que como profesores de español como segunda lengua, debemos enfocar el proceso enseñanza-aprendizaje del alumnado hacia el uso práctico de la lengua.
    Como profesores de español como segunda lengua, deberíamos tener como principal meta la del que el alumno sea capaz de usar los conocimientos adquiridos en clase fuera del aula, pudiendo ser utilizados en situaciones de la vida real.
    Considero importante la idea de que haya un fomento de la situación comunicativa en los centros educativos, ya que como estudiante de una segunda lengua, es necesario que lo aprendido en el aula se ponga en práctica en las situaciones a las que el alumno se ve expuesto en el día a día. De esta misma manera, se debe fomentar la habilidad comunicativa del estudiante por medio de situaciones comunicativas que estén en directa relación con las que el estudiante vaya a vivir fuera del aula, pudiendo así mantener una conversación con hablantes de español como primera lengua.
    Bajo mi punto de vista, el problema aparece a la hora del uso del material con el que el profesor cuenta para explicar los contenidos. El alumno tiende no solo a aburrirse sino también a reflexionar sobre la utilidad que pueden llegar a tener las actividades de los libros de texto, ya que muy pocas veces están enfocados a situaciones comunicativas reales. En mi opinión, los aspectos gramaticales deberían ser explicados mediante un proceso inductivo, el cual hace al alumno usar su autonomía para asimilar una serie de reglas gramaticales mediante actividades prácticas que más adelante podrá utilizar en situaciones comunicativas reales.
    Por último, creo de gran importancia mencionar también la idea de que no siempre el profesor es el encargado de decidir 'qué' enseñar a sus alumnos, pero siempre puede elegir el 'cómo'. Con esta idea, lo que se pretende reflejar, es que el docente debe tener presente numerosos aspectos como el fomento de una motivación del estudiante mediante clases participativas, las necesidades propias de cada alumno o las diversas maneras en las que un mismo tema puede ser explicado para amenizar el proceso entre otros.

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