domingo, 2 de marzo de 2014

¿Qué papel le corresponde al contenido cultural en la clase de español como lengua extranjera?

Ingrid Asensio Ramos
Educación intercultural
            En un primer lugar, la pregunta a lanzar para el tratamiento de la interculturalidad en el aula de ELE sería: ¿Qué papel le corresponde al contenido cultural en la clase de español como lengua extranjera?
1.    Extrínseco: El contenido cultural se debe tratar en un tipo de curso especializado o complementario a la clase general de lengua, pero no en la clase de lengu.
2.    Intrínseco: La lengua es cultura y en su dimensión comunicativa es portadora de unos valores, unas actitudes y comportamientos que se constituyen como patrones de conducta que, indefectiblemente, actúan en nuestras relaciones e intercambios verbales y no verbales.
            Respecto al tratamiento del componente cultural en el aula de ELE, lo común durante mucho tiempo ha sido relacionar el tratamiento de lo cultural en la enseñanza del español con un concepto de cultura bastante elitista, en el sentido de elemento de prestigio social, la Cultura con mayúsculas a la que se refirieron L. Miguel y N. Sans (2004). Esto, a su vez a supuesto que enseñar cultura es un equivalente a un ejercicio destinado a los niveles avanzados o superiores, en los que hay que trabajar con textos de carácter literario, artístico o histórico. Sin despreciar la importancia de la cultura con mayúsculas, expresiones como “Hacer de celestina” no ocupan un espacio tan relevante o abundante en las comunicaciones rutinarias, exceptuando los contextos más especializados. Por lo tanto, hoy en día hablar del componente cultural y la enseñanza de idiomas se corresponde más apropiadamente con el desarrollo de un trabajo en el aula cuyo cometido se circunscribe al tratamiento de los referentes socioculturales inherentes a la sociedad de la lengua objeto y que aportan al alumno la oportunidad de alcanzar un conocimiento sobre normas culturales. Los hábitos sociales y  normas de conducta se revelan indispensables para la comunicación al aportar una información que, dada una situación comunicativa en un entorno determinado evitarían malentendidos entre hablantes nativos y no nativos.
El aula de ELE no sólo constituye un foro en el que se transfieren los elementos lingüísticos de una lengua, sino que en este espacio también se transfieren una serie de normas, valores o patrones culturales pertenecientes a comunidades sociales diferentes, cada alumno que acude a nuestras clases de español trae consigo una mochila repleta de su propia cultura.
El estudiante de español como lengua extranjera no sólo habrá de adquirir un conocimiento lingüístico, sino además un conocimiento cultural  que le sirva para vivir, sobrevivir, adaptarse y comprender mejor las manifestaciones lingüístico-comunicativas de la sociedad o las sociedades portadoras de la lengua que está estudiando.
Tal como menciona la profesora M. Baralo (2003), no es tarea fácil, ya que hablar de cultura es hablar de un sistema bastante complejo. Si exige que el profesor acometa la tarea de un “antropólogo-observador” para hacer visible los implícitos culturales: todo aquello que para un ciudadano es tan normal que resulta imprevisible. L. Miquel y N. Sans (2004). Según Hymes, esta tarea de observación implica práctica.
“Cuando nacemos todos somos etnógrafos, pero perdemos la práctica al crecer. Desde nuestros primeros días nos ocupamos de entender el mundo que nos rodea observando, escuchando y con el tiempo hablando.” (A. Barros et.al, 2001)
Competencia intercultural en la enseñanza de ELE
El interés por la dimensión cultural no es algo nuevo, ya existía en Alemania en la tradición de Landeskunde y se desarrolló con posterioridad a partir de 1945 en los métodos audiovisuales y audiolinguales en EE.UUs y Europa Occidental. Por lo tanto no debe verse como un nuevo enfoque o método didáctico, sino como una revisión del concepto de competencia comunicativa. El aprendizaje de la gramática era lo más importante por lo que no funciona, sin embargo en las últimas décadas el empuje intercultural ha tomado fuerza gracias a la aparición de los modelos de enseñanza que ralentizan el aprendizaje de la lengua como instrumento social de comunicación (M. Byram y M. Fleming, 2001)
Por lo tanto es muy importante el contexto para que tanto emisor como receptor, si provienen de diferentes de diferentes culturas, lleguen a entender lo mismo. Hablar un lengua no es simplemente usar reglas gramaticales, sino que el alumno no nativo necesita desarrollar una competencia sociocultural. Canale y Swain (1980)
Más que un objetivo es un proceso por el cual debemos evitar el establecimiento de prejuicios y estereotipos. M. Baralo (2003) La clase de ELE es un espacio de lenguas y culturas en contacto, por lo tanto queda claro que el componente cultural ha de integrarse en la clase de lengua aportándonos información relevante para que los actos comunicativos entre nativos y no nativos sea más eficaz.
El enfoque intercultural tiene como objetivo que la diversidad deje de ser un obstáculo para la comunicación y sea visto como un enriquecimiento que favorezca la comprensión.



Contacto con la 
cultura meta.
 
Apreciación 
de similitudes y diferencias entre culturas.
 
Compresión o
 tolerancia.
 
 









“La enseñanza del español debe promover el acercamiento entre la cultura hispánica y la del país de origen, así como construir una imagen auténtica de aquella y colaborar con la destrucción de tópicos y prejuicios.” Plan Curricular del Instituto Cervantes (1994)
Bibliografía
Baralo, Marta (2003): “Mestizaje e interculturalidad en la variación diatópica y su incidencia en español/LE”, Actas del XIII Congreso ASELE, Universidad de Murcia.
Byram, Michael y M. Fleming (2001): Perspectivas interculturales en el aprendizaje de idiomas: enfoques a través del teatro y la etnografía, Colección Cambridge de didáctica de las lenguas.
Bernárdez, Enrique (1995): Teoría y epistemología del texto. Madrid, Cátedra.
Miquel, Lourdes y N. Sans (2004): “El componente cultural: un ingrediente más en la clase de lengua”, REDELE, Ministerios de educación y Ciencia (publicación electrónica: http://www.mec.es/redele/revista/miquel_sans.shtml.
Ingrid Asensio Ramos


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