Clara Alcalde, Iulia Bob y Ana Huertas reflexionan a partir del artículo de Pilar García (2009): "Los espacios afectivos en el aula de segundas lenguas".
La autora Pilar García categoriza en el artículo distintos factores que influyen en el aprendizaje de una segunda lengua:
1)
Factores socioafectivos
Según la autora, el profesor debe tener
conocimientos teóricos y prácticos en tres ámbitos: materia, método de
enseñanza y el clima del aula.
Un clima de aula propicio favorece la
consecución de un aprendizaje significativo. Con el fin de conseguir un clima
de aula positivo, el profesor debe centrarse más en el alumno y en su
experiencia (competencia de “saber ser”,
según el Marco común europeo de las lenguas).
Especial mención a los alumnos inmigrantes
cuya ardua tarea es conciliar la
sociedad de la que provienen y aquella que los acoge. Dicho equilibrio influirá
tanto en su aprendizaje como en sus comportamientos.
Cabe destacar el concepto de “duelos del inmigrante” debido a todo lo
que estos alumnos inmigrantes dejan atrás (país, cultura, amigos, etc.) al
emigrar a otro país distinto al suyo.
2)
Consciencia lingüística y motivación
El hecho de adquirir una conciencia
lingüística se centra en la adquisición de una conciencia actitudinal positiva hacia otras lenguas y culturas, lo
que despierta el interés y la motivación por el aprendizaje de
lenguas.
La clave del proceso de enseñanza-aprendizaje
radica en la combinación de teorías cognitivas y dimensión afectiva. El
aprendizaje de segundas lenguas debe ser un proceso dinámico que implique mucho más que el aprendizaje de destrezas,
nos lleva a una adopción de nuevas conductas sociales y culturales.
3)
Factores emocionales positivos y negativos
También deben ser tenidos en cuenta los
factores individuales tales como la ansiedad, la autoestima, la motivación,
etc. Por lo tanto, cabe resaltar la dimensión
social del aprendizaje, ya que resulta complicado conocer una lengua sin
conocer su cultura correspondiente.
Por otro lado, es importante tener en
consideración los conocimientos previos
del alumnado para tener un conocimiento aproximado de sus intereses y
motivaciones. De igual modo, como profesores, debemos favorecer la reconstrucción de la identidad social
multicultural a través del diálogo.
Como conclusión final, se puede decir que el
aprendizaje de una segunda lengua puede ser un desafío intelectual y un
vehículo para el conocimiento cultural, de la amistad, etc.
- ¿Qué tipo de tareas pueden favorecer la creación de un clima
afectivo en el aula?
- Propuesta de talleres de trabajo en los que se creen grupos de trabajo
cooperativo en el aula.
- Realización de una semana cultural en el centro para que se produzca
una inmersión lingüística y cultural.
- Desarrollar actividades que favorezcan la comunicación en el aula:
propuesta por parte de los alumnos de sus actividades preferidas, lugares de
interés (presentación de diapositivas, etc.). De este modo, los alumnos
hablarán de sus propias experiencias e inquietudes.
Clara Alcalde, Iulia Bob y Ana Huertas
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