domingo, 23 de febrero de 2014

Comentario sobre la motivación

Iulia Bob Simonfi
(Máster en Profesorado de ESO)

Comentario sobre la motivación como factor social o externo que determina la adquisición de una segunda lengua en alumnos inmigrantes de edades comprendidas entre los 12 y 16 años

Podemos distinguir tres factores que determinan la adquisición de una segunda lengua en alumnos inmigrantes y estos son:

  • Factores sociales o externos al individuo
  • Factores internos al individuo
  • Factores individuales
Voy a centrar mi comentario en los factores sociales o externos al individuo, que son las circunstancias que rodean el aprendizaje y que determinan la forma en que el aprendiz va a estar en contacto con la lengua, y la calidad y cantidad de las muestras de la lengua, y, sobre todo, me voy a centrar en uno de estos factores que considero muy importante y que es la motivación.

Una cuestión importante es entender que la motivación es intrínseca, que está en el estudiante y no en la tarea. Esta motivación intrínseca es el impulso interior que el individuo toma o sigue para realizar una tarea o conseguir un objetivo. Desde el punto de vista del contexto educativo, debemos intentar que el alumno se motive a sí mismo, que sea su propia fuente de motivación. Por ello, como profesores, debemos ayudar al alumno a generar esos mecanismos de automotivación, que realmente lleguen a un aprendizaje autónomo y a que sean verdaderas personas, no sujetos pasivos o dependientes.

Para conseguir este propósito, primero, debemos confiar en nuestros alumnos, en sus capacidades y en que pueden conseguirlo. Segundo, deben tener unas buenas razones para automotivarse, unas buenas metas, unos objetivos fundamentados. Y tercero, debemos despertar en ellos la pasión por descubrir, por aprender. Y ¿cómo podemos conseguir todo esto? Se deben dar dos condiciones para que los alumnos aprendan de manera significativa:

-          Que haya una finalidad del aprendizaje
El profesor y el alumno han de experimentar la utilidad del conocimiento que se va adquiriendo. Esto despertará interés en el alumno por saber más. Se tienen que buscar unos principios, porque estos, una vez aprendidos, se pueden transferir a otras áreas. La finalidad del aprendizaje es un factor decisivo; a la hora de establecer qué y cómo enseñar lo importante es para qué se aprende. En palabras de Trujillo, F. (2007):

“En la escuela, tanto para el estudiante que aprende una L1 como para el estudiante que aprende una L2, y por extensión para quienes aprenden una LE, la lengua en la escuela es, fundamentalmente, un medio para el desarrollo personal y social y para la adquisición de una serie de conocimientos para la vida en sociedad, es decir, el aprendizaje de los contenidos curriculares. En este sentido, la finalidad del aprendizaje de la lengua en la escuela no puede ser el dominio del sistema lingüístico como fin en sí mismo, sino que ésta ha de estar más en relación con las funciones personales y sociales de la lengua”.
-          Que el material sea potencialmente significativo
Debemos proponer tareas novedosas, que despierten la curiosidad de los alumnos y que puedan desarrollar su creatividad. No deberíamos dar a los alumnos los materiales ya preparados, sino dar materiales inestructurados, para que la creatividad se ponga de relieve.

La motivación tiene que inscribirse en un contexto donde el aprendizaje sea una construcción de significados, donde el alumno participe desde el primer día y donde el profesor sea una ayuda para que el alumno construya, reproduzca y, sobre todo, que aprenda a pensar.

A modo de conclusión, el profesor tiene que lograr un clima general de motivación en una clase. ¿Cómo hacer todo eso? Para que el alumno esté motivado tiene que sentirse integrado participando dentro del grupo; debe tener unos objetivos claros, atractivos y constructivos; nosotros, como profesores, debemos proporcionarles instrumentos con los cuales pueda entusiasmarse, ampliar sus capacidades y potenciar su inteligencia; y, por último, fomentar una comunidad de aprendizaje donde todos aprendamos y enseñemos (construcción de conocimientos).


BIBLIOGRAFÍA:

Beltrán, J. (1998). “Claves psicológicas para la motivación y el rendimiento académico”. En M. Acosta (Coord.). Creatividad, motivación y rendimiento académico (pp.39-54). Málaga: Aljibe.

Muñoz, B. (2001). “Factores que intervienen en el proceso de adaptación al medio escolar del alumnado inmigrante”. En Cultura e intercultura en la enseñanza del español como lengua extranjera. Disponible en http://www.ub.es/filhis/culturele/belen.html

Trujillo, F. “Enseñar nuevas lenguas en la escuela: L1, L2, LE…, NL”. En Revista de Educación, 343: La enseñanza-aprendizaje del español como segunda lengua (L2) en contextos educativos multilingües. Mayo-Agosto, 2007. (pp. 71-91) http://www.revistaeducacion.mec.es/re343_04.html


Iulia Bob Simonfi

2 comentarios:

  1. Ha escrito Iulia Bob Simonfi un texto muy claro sobre la importancia de la motivación del alumno en el aprendizaje de una segunda lengua. La autora considera que de entre los factores que intervienen en la adquisición de una lengua por alumnos inmigrantes (factores sociales, factores internos y factores individuales), son los factores externos o sociales los más importantes.
    No le falta razón a la autora del texto al considerar que la motivación debe ser intrínseca, es decir que debe partir del alumno y que corresponde al profesor ayudar al alumno a conseguir esta automotivación para lograr un aprendizaje autónomo.
    En todo el texto subyace la idea de que el verdadero aprendizaje es el aprendizaje significativo, en el que los alumnos son los artífices de su aprendizaje, convirtiéndose el profesor en un apoyo para el estudiante a la hora de conseguir el aprendizaje autónomo.
    De una manera clara y precisa, plantea Iulia en su trabajo dos condiciones imprescindibles para que la motivación sea posible: que exista interés en el alumno por aprender (¿para qué aprender?) y que las tareas y materiales del aprendizaje sean novedosos.
    Concluye la autora resaltando la importancia de que “todos aprendamos y enseñemos (construcción de conocimientos)” porque el alumno va “construyendo” (constructivismo) su propio conocimiento de la lengua.
    En definitiva, nos encontramos ante un texto breve pero denso, muy bien estructurado, en el que se exponen, de forma concisa, cuáles son las técnicas más adecuadas para lograr la motivación en el alumno inmigrante que está aprendiendo una segunda lengua, al mismo tiempo que se dan pautas al profesor sobre las estrategias que debe desarrollar en el aula para conseguirla.
    La argumentación de este trabajo está muy bien apoyada en referencias bibliográficas que se añaden al texto y que sirven para aumentar el rigor científico del mismo.

    Clara Alcalde de la Fuente

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  2. Estoy de acuerdo con Iulia en que la motivación es un factor fundamental e imprescindible a la hora de aprender un idioma, y en el caso del alumnado inmigrante aún es más importante, ya que la necesidad de aprender el español para ellos es una función clave para integrarse en el colegio y en la sociedad, por tanto esta necesidad hay que convertirla en una motivación para aprender y descubrir una nueva lengua y todo lo que ello conlleva, es decir, una nueva cultura y forma de pensamiento.
    Nosotros como profesores debemos ponernos en su lugar, y para eso, el primer paso es conocerlos individualmente y hacerles partícipes del proceso del enseñanza-aprendizaje. El primer paso para la motivación de un alumno es hacerle ver que está en clase para conseguir algo útil y que es capaz de hacerlo, o lo que es lo mismo, tal y como dice Iulia en esta entrada, confiar en ellos.
    Debemos elaborar tareas que les produzcan interés y ganas de llevarla a cabo, pero no por la tarea sino por su propio interés por aprender algo nuevo y avanzar en el camino de conocer esta lengua. Hay que tener en cuenta de que para ellos no sólo la lengua es lo nuevo, sino que han cambiado totalmente de vida y hay que adecuar las actividades y las tareas en clase a sus necesidades.
    En conclusión, creo que la motivación que los alumnos inmigrantes tienen no es la misma que otro tipo de aprendiz de una segunda lengua, ya que en este caso para ellos la motivación va en paralelo con la necesidad de integración que tienen, por tanto hay que conocerlos, adecuar las actividades para que ganen esta integración tanto con sus compañeros como fuera del colegio, es decir, motivar a los alumnos mediante un enfoque comunicativo y mediante tareas que les permitan desarrollar la interacción con personas que hablan español.

    ADRIANA GONZÁLEZ GIMENO

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