José Luis Lou Bosque
Reflexión sobre el
texto Migración y Adolescencia de Jaume Funes.
El texto propuesto en la asignatura
de Jaume Funes me ha llevado a una reflexión sobre el tema de la identidad como
cuestión de capital importancia para tener en cuenta al enseñar español a alumnado
inmigrante.
Tomando como marco el texto
mencionado, me gustaría por lo tanto hacer una reflexión personal sobre qué es
la identidad y cómo se debe gestionar la misma para poder ayudar a los alumnos
inmigrantes que se incorporan a nuestro sistema educativo. Para ello
establecería dos tipos de identidades. La primera podría ser una identidad
impuesta o no elegida por el individuo. Esta identidad es la que al individuo
le viene dada por su lugar de nacimiento y por el contexto cultural en el que
se ve inmerso desde su nacimiento. Podría decirse que esa identidad es la que
pone en el pasaporte de cada individuo y que en la mayoría de los casos está
llena de estereotipos y de prejuicios. Un ejemplo claro podría ser cuando
conocemos a un inmigrante que viene de Marruecos. El hecho que dicho alumno
tenga nacionalidad marroquí le otorga desde nuestra perspectiva una identidad
definida que nos ayuda a simplificar y nos facilita a comprender lo que significa
ser marroquí. Esta carga de significado que un individuo marroquí tiene que
soportar al llegar a nuestro país evidentemente le condiciona en su relación
con los demás. Muchas de las veces ese condicionamiento es negativo porque la
respuesta que recibe de sus nuevos compañeros o de la sociedad en general suele
ser en términos negativos basados en los estereotipos creados y en los
prejuicios establecidos. Lo mismo ocurre con nuestra propia identidad española.
Nuestra identidad, fuera de nuestras fronteras, también está llena de tópicos y
de afirmaciones que en la mayoría de los casos no son ciertas pero que
conforman la identidad española vista desde otro punto de vista cultural que no
es el nuestro. Así mismo como españoles, podemos establecer diferencias entre
los habitantes del norte y del sur de España, algo que un alumno de Marruecos
no es capaz de percibir y de esta forma le es más fácil entender la nueva
realidad que se le presenta en España con las premisas de una identidad
española conjunta para todos los habitantes de este país. Del mismo modo, no
podemos establecer el patrón de marroquí para cualquier estudiante que acuda a
nuestras aulas ya que evidentemente no es lo mismo si viene del norte de
Marruecos o del Sur.
Ahora bien, además de la identidad
impuesta por nacionalidad o por grupo étnico también creo que hay otra
identidad que es más íntima o más definitoria del individuo. Me refiero a la
identidad que se ha ido construyendo con el paso de los años y que las
circunstancias han ido moldeando. Desde la posición de país desarrollado como
podría ser España se tiende a pensar que cualquier persona que viene de un grupo
económico inferior al nuestro es más homogéneo y que no hay prácticamente
diferencias entre los habitantes de Marruecos, por seguir el ejemplo mencionado
al principio de la reflexión. Es decir, esta comúnmente aceptado que todos los
chicos adolescentes marroquíes son proclives a tal o cual actitud y que todos
responden a un patrón establecido tratándolos como un grupo cerrado sin llegar
a ver diferencias entre ellos. Evidentemente no es así. A pesar de que puedan
compartir una misma cultura, historia, situación económica difícil etc cada
individuo venga de donde venga tiene su propia identidad, la que le define como
persona.
Por ello es necesario el respeto a
la identidad que nuevos estudiantes inmigrantes traen consigo por muchas
razones pero sobre todo porque es su historia vital y porque evidentemente
ellos vienen a un país y a un entorno que en la mayoría de las ocasiones les
puede resultar hostil y por lo tanto el esfuerzo titánico que tienen que
realizar tiene que ser de algún modo favorecido por los agentes educativos de
acogida.
¿Qué ocurre entonces cuando estos
alumnos con su propia identidad comienzan a aprender español como segunda
lengua? ¿Qué les puede aportar en la construcción de su identidad? Creo que
para poder entender estas cuestiones habría que hablar de otra identidad que el
alumno inmigrante va a comenzar a construir desde la suya propia y que por ello
no tiene porque ser conflictiva ni opuesta a la suya propia, sino más bien integradora. Esta nueva identidad se
va a ir construyendo desde la experiencia de nuevas situaciones y vivencias que
el alumno inmigrante va a experimentar. Evidentemente las experiencias serán
tanto positivas como negativas pero le tienen que ayudar a crecer como
individuo. No sería bueno para el alumno inmigrante que se le obligara a olvidar
su anterior identidad y que fuera adoptando una nueva acorde a las expectativas
del país de acogida o peor todavía que se le hiciera pensar que su anterior
identidad no tiene la entidad suficiente como para ser tenida en cuenta.
Bajo
mi opinión, todo esto se puede conseguir mediante el aprendizaje del español
como segunda lengua. El estudiante inmigrante al ir poco a poco conociendo
nuestra lengua e ir interaccionando con todos los agentes que el nuevo contexto
le ofrece, va a ir adquiriendo una nueva identidad que le tiene que ayudar, sin duda, en su evolución
como persona y que evidentemente ha de ser el resultado de una identidad
complementaria a la que trae consigo.
Recuerdo
un proverbio checo que dice “Aprende un
idioma nuevo y consigue un alma nueva” un ejemplo muy clarificador para lo
que expongo en mi reflexión. Un individuo venga de donde venga tiene un bagaje
cultural, afectivo etc y lo tenemos que tener en cuenta a la hora de
facilitarles su incorporación a su nueva situación en un país extranjero y
extraño para ellos. Las aulas, en general, tienen que ser unas aulas
heterogéneas donde la diversidad sea una realidad fundada y basada en el
respeto a todas las posibles identidades y donde la diversidad sea un pretexto
para la construcción de algo superior y que pueda a ayudar a todos los
participantes tanto los nuevos alumnos vengan del país que vengan como para los
que son de aquí. Para los alumnos españoles puede y debe ser una oportunidad
única para conocer otras realidades y para así hacer mucho más rico su bagaje
vital pudiendo ver la vida desde la visión de compañeros que han tenido otros
“inputs” vitales.
BEATRIZ BLASCO
ResponderEliminarMe gustaría aportar mi opinión al comentario que el compañero José Luis Lou Bosque ha realizado sobre la lectura que trata de la identidad del alumnado inmigrante y que corresponde a Jaume Funes y que se titula Migración y adolescencia.
Estoy totalmente de acuerdo con él en la división que ha reflejado sobre los diferentes tipos de identidad la que podía ser la que es otorgada a cada individuo por razón de su lugar de nacimiento y la que dicho individuo construye de acuerdo a vivencias y experiencias. Ante un alumnado extranjero hay que tener mucho tacto con el trato que debe recibir dicho estudiante ya que podemos chocar con sus intereses como individuo y/o herir su sensibilidad actuando de una forma que el estudiante podría calificar de prejuiciosa con respecto a su país de origen. También creo que la labor globalizadora de un educador es una tarea muy complicada ya que cada alumno es un mundo y cada uno de ellos trae un bagaje emocional y cultural que el educador debe percibir o tener en cuenta lo antes posible para poder integrar de forma eficaz y rápida a dicho alumno a su nuevo entorno. También es cierto y así lo creo que además de tener en cuenta las peculiaridades del alumno inmigrante que se incorpora a una nueva sociedad donde se tiene que relacionar con otros individuos diferentes en lo cultural y emocional, también hay que tener en cuenta a los alumnos que reciben a dicho alumnado inmigrante. Ellos también tienen una sensibilidad acerca de los nuevos estudiantes que se incorporan y que en la mayoría de los casos son diferentes a ellos en lo físico, por ejemplo un alumno que sea de color proveniente de un país africano. El hecho de una nueva incorporación al aula de este tipo de alumnos produce cierto revuelo y cierta anxiedad o nerviosismo en los alumnos locales que no saben muy bien, en la mayoría de los casos, como encajar esta nueva incorporación. Por eso entiendo que un plan de prevención, incorporación, etc se tendría que establecer en las aulas. El objetivo, desde mi punto de vista sería, el de diseñar ciertas actividades en el aula para promover la futura incorporación de alumnado extranjero vengan de donde vengan. De esta forma, si el alumnado local ha trabajado la posibilidad de incorporación de alumnado extranjero se pueden dar la situación favorable para que la incorporación del alumnado extranjero sea lo más cómoda posible. Todo esto que propongo hay que tomarlo con cautela porque se supone que se tiene que dar un entorno propicio para que funcione con normalidad y con éxito. Algo que me preocupa y que tiene que ver con la identidad que cada individuo se construye es que muchas veces los alumnos extranjeros llevan consigo un peso extra que viene dado por el mero hecho de ser extranjeros. Es decir, muchas de las veces estos estudiantes han vivido situaciones traumáticas en sus países de origen y por eso sus padres deciden emigrar para encontrar una nueva vida mejor que la tenían en sus países. Esto puede jugar a veces en contra de ellos mismos ya que puede darse el caso que cuando lleguen al país receptor no se cumplan las expectativas que ellos esperaban de ese viaje y ese cambio de vida que conlleva el hecho de emigrar. Son muchos los aspectos a tener en cuenta por parte del alumnado extranjero y que evidencia lo complejo del proceso. Por eso es necesaria una implicación de todos los agentes educativos, no solo del profesor que recibe en su aula un niño o una niña de tal país si no que detrás del profesor hay muchos agentes educativos que deberían tomar parte y ayudar, colaborar y hacer posible que la integración de este nuevo individuo fuera lo más fácil posible respetando evidentemente las dos identidades de las que hacía mención el compañero José Luis Lou en su comentario sobre su forma de entender las identidades en un individuo.
Camilla Mazzarini
ResponderEliminarLa relación entre adolescencia, identidad y migración es un tema que me interesa particularmente por la complejidad de esta etapa evolutiva y su centralidad para conocer los estudiantes de Secundaria Obligatoria y en particular los adolescentes extranjeros e inmigrantes. Comparto las observaciones de mis compañeros sobre el tema y quería añadir algunas reflexiones para ampliar y profundizar este argumento.
Hablar de identidad en un contexto educativo multicultural es, como comentaba mi compañera Beatriz Blasco, un tema frente al cual todos los actores educativos tienen que tomar conciencia, ser sensibles y preparados. Además hoy destaca la implicación legislativa y curricular en el planteamiento de una programación curricular específica, un plan de acogida e de integración cultural en los diferentes centros, testimonio del interés y conciencia socio-educativa de los cambios en la actual sociedad española.
Los documentos y programas pero no reflejan realmente la complejidad de ese fenómeno social e individual y en la mayoría de los casos no hablan de las reales dificultades en crear aquellas condiciones para garantizar una real integración cultural.
Según mi opinión un punto de partida es profundizar e interesarnos a los alumnos y sobre todo a su realidad individual y socio-familiar.
La adolescencia es un episodio decisivo en la intersección de cambios (social, físico, intelectual, psicológico), es un conjunto de elementos, aspectos, valores y factores que caracterizan el individuo y están relacionados con el grupo de amigos, compañeros del instituto, la familia y los medios de comunicación.
Para un joven de familia inmigrante se tiene que hablar de una identidad más compleja o doble, como comentaba el compañero José Luis Lou anteriormente, por el impacto y el esfuerzo del cambio y de una nueva adaptación cultural.
Un aspecto central en la formación de la identidad es el concepto de “ser” que desde el aspecto de la enseñanza del español como segunda lengua es un recurso que ayuda al alumno inmigrante a tomar contacto con temas cotidianos y personales (yo, la familia, amigo, hobby) y al mismo tiempo la ayuda a desarrollar la expresión oral y escrita y los contenidos gramaticales de una lengua.
Además en la práctica didáctica ese recursos puede ser propuesto para mejorar el dialogo y la comunicación con los compañeros españoles, ganar seguridad y apoyar sus procesos evolutivos. Unos ejercicios eficaces podrían ser los que planean la pregunta/respuesta: “yo soy” (yo individual) y “como los demás me ven” (yo colectivo) también para superar estereotipos culturales, prejuicios, generalizaciones.
sigue...
CAMILLA MAZZARINI
ResponderEliminarLa importancia de la identidad, al mismo tiempo es fundamental en todo el proceso educativo y para todos los alumnos por ser un aspecto característico que nos define. Es una búsqueda de armonía para todos los adolescentes autóctonos y extranjeros, y reputo que es fundamental encontrar recursos y tareas que permita desarrollar este rasgo de la personalidad. Un aspecto que se podría trabajar en clase, por ejemplo, es las diferencias entre género (masculino y femenino) y las diferentes perspectivas desde varias culturas. El video “La identidad: Hombres y mujeres: las diferencias”: https://www.youtube.com/watch?v=y-SOsmeuAk0 es un buen recurso bilingüe que de forma lúdica destaca las diferencias de genero y los estereotipos de la sociedad actual.
Otro concepto que reputo central es trabajar también la identidad como construcción o sea promover actividades y tareas en las cuales los alumnos tomen iniciativa narrativa y cuenten sus cambios personales y emocionales en el nuevo contexto, según por ejemplo la pregunta: “soy... pero me siento…”, siempre empalizando con la dificultad y compromisos entre el “aquí” y el “allí” o sea su partencia a la cultura de origen y la vida cotidiana en otra.
Un último aspecto que ha comentado José Luis es la relación entre autóctonos y emigrantes, comparto su reflexión sobre la importancia de desarrollar el respecto de culturas diferentes y subrayo la importancia del multicultural cual potencialidad en acto para educar los alumnos a los valores morales y civiles de democracia, justicia, tolerancia, ciudadanía, cual ocasión para realizar acciones y sensibilizar hacía aspecto humanos fundamentales sea para el desarrollo personal sea para la vida futura en el contexto laboral global.
La realidad contemporánea nos pide, y a los alumnos sobre todo, una identidad flexible y sensible, dinámica, una capacidad de cambios espaciales y laborales que es fundamental desarrollar empezando por una educación integral, cooperativa, humana. Empezar desde dentro, la propia cultura, el propio mundo, el yo.
Recursos en la red:
Aula intercultural: http://www.aulaintercultural.org/spip.php?rubrique15
Herramienta didáctica sobre inmigración: http://www.aulaintercultural.org/spip.php?mot92
Adolescentes e inmigración: http://www.parainmigrantes.info/adolescentes-inmigrantes-el-libro-de-concha-ramo-cervera-e-isabel-melendez-ortega-329/
Documental: “Desde dentro, viejos y nuevos vecinos” (Valencia, 2009): http://vimeo.com/24715895